Para un chico de Callosa de Segura (Alicante), Miranda del Ebro queda muy lejos. Sobre todo para compatibilizar el fútbol profesional con los estudios universitarios.José Salinas, de 22 años, es el dueño indiscutible del carril izquierdo del Mirandés, con el que ha jugado 2.610 minutos esta temporada (todos los minutos posibles excepto un partido que se perdió por amonestaciones) y uno de los mejores laterales de Segunda, pero, además de ser un futbolista con un prometedor futuro, también es lo que en el lenguaje coloquial se ha llamado siempre un cerebrito. Siempre se le dieron bien los estudios y sus notas en la EBAU le daban de sobra para estudiar Medicina (una de las carreras que más nota solicita), sin embargo, Salinas lo que siempre quiso es dedicar su vida al deporte y aplicó a CAFYD (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte). Su padre, traumatólogo, siempre le apoyó en su decisión. “Es un chico con la cabeza muy bien amueblada”, coinciden varias personas preguntadas por AS que han trabajado con él en el Elche, el Unionistas y Mirandés.

Cedido por el Elche en el Mirandés, Salinas tuvo que dejar las clases presenciales en Alicante la temporada pasada, cuando el equipo ilicitano lo cedió al Unionistas. En Salamanca destacó como uno de los mejores laterales izquierdos de la 1ª RFEF, en la que marcó seis goles y dio cuatro asistencias, perdiéndose solamente un encuentro en todo el curso. La categoría se le quedó pequeña y el Elche entendió que el Mirandés, en Segunda, era el destino perfecto para que siguiera creciendo. Un club ideal donde han crecido jugadores cedidos como Camello y Riquelme y en el que también están de paso esta temporada futuras promesas como Sergio Santos (Real Madrid), Nico Serrano (Athletic) y Roberto López (Real Sociedad), entre otros, y una ciudad tranquila en la que poder darle largos paseos a su perro salchicha todas las tardes y seguir estudiando.

 

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